Este departamento, ubicado en una zona exclusiva, fue transformado para reflejar un equilibrio perfecto entre modernidad y funcionalidad, manteniendo una atmósfera cálida y sofisticada. Diseñado cuidadosamente para un cliente que valoraba el detalle y el confort, cada espacio fue pensado para destacar la elegancia y maximizar su uso.
Desde el inicio, nuestro enfoque se centró en integrar elementos arquitectónicos contemporáneos con un diseño interior que resalte la personalidad del propietario. Optamos por una paleta de colores neutros, combinando tonos cálidos con texturas elegantes y detalles en negro, que aportan un contraste sofisticado. Los pisos en tonos claros y las líneas limpias en los acabados refuerzan la sensación de amplitud y orden en cada ambiente.
La sala principal y el comedor se diseñaron como un espacio fluido y acogedor, destacando por el uso de materiales de alta calidad y un mobiliario funcional que integra estética y comodidad. La iluminación juega un papel crucial, con luces indirectas y detalles estratégicamente colocados para resaltar cada textura y realzar el ambiente.
La cocina, en tonos madera y cuarzo blanco, combina elegancia y practicidad, diseñada para ser el corazón del hogar. Cada rincón está pensado para ofrecer una experiencia culinaria única, con líneas modernas y un diseño ergonómico.
El dormitorio principal, una joya del proyecto, es un refugio de tranquilidad. La cama se enmarca con un cabecero iluminado de forma sutil, mientras que los muebles integrados y las texturas en las paredes aportan un toque personalizado. Las alfombras y los detalles decorativos añaden una sensación de lujo discreto.
